Miércoles 31 de mayo - 20 horas
ESTRELLAS
(Sterne, Alemania Democrática / Bulgaria, 1959, blanco y negro, 92 minutos)
Dirección: Konrad Wolf.
Guión: Angel Vagenshtain
Dirección de Fotografía: Werner Bergmann
Montaje: Christa Wernicke
Música: Simeon Pironkov
Elenco: Sasha Krusharska, Jürgen Frohriep, Erik S. Klein, Stefan Pejchev, Georgi Naumov, Ivan Kondov, Milka Tuykova
En un campo de concentración en Bulgaria, durante la II Guerra Mundial, un oficial nazi se enamora de una chica judía de origen griego mientras escolta a un grupo de prisioneros. La tragedia es presentada como un símbolo de pureza humana frente al fascismo y el racismo. La película ganó el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cine de Cannes 1959.
Un vagón abarrotado de seres humanos. El tren parte de la estación. Un
soldado alemán corre detrás del tren que desaparece en la oscuridad de
la noche. Del Off viene una voz "¿Porqué volvemos a mirar hacia esta
época?" La respuesta está en la historia presentada en retrospectiva que
se desarrolla en una pequeña ciudad de Bulgaria, en 1943.
Walter, un suboficial alemán, pasa una semanas tranquilas en el país ocupado, lejos del frente, aprende incluso lo suficiente para defenderse en el idioma extranjero. No es un soldado fanático, se lleva bien con la población, se dedica a su hobby, y no sólo en su tiempo libre, a pesar de que el capitán le reprime por dibujar tanto. Llega un transporte con prisioneros judíos, entre ellos se encuentra Ruth, una mujer joven que le pide ayuda para una mujer embarazada. Todos los alemanes son iguales, son como lobos, dice Ruth a Walter, que al principio se muestra reacio a ayudar. "¿Porqué os han traído aquí?" quiere saber. "Ud. lo sabe mejor que yo", le contesta la mujer. Walter no está muy enterado de lo que ocurre y pregunta a su amigo Kurt: "¿Qué es Auschwitz?". Kurt sabe más: "De Auschwitz no vuelve nadie." Walter logra salir de paseo de noche dos veces con la prisionera; intenta explicarle su distancia interior de los actos de violencia del nacionalsocialismo. Su denuncia, y la presunta suerte que empieza a adivinar más que a comprender, le despiertan. Walter se propone liberar a Ruth. Pero su amigo Kurt no le ha dicho la verdad respecto al transporte: sus preparativos llegan tarde. Ve sólo al tren marchándose. No obstante, Walter saca la consecuencia: Las últimas imágenes dejan adivinar que intensivará los contactos que había iniciado con el movimiento de resistencia búlgaro para preparar la liberación de Ruth.
En el festival de Cannes de 1959, la película Sterne, que por motivos políticos participó como contribución búlgara, fue galardonada con el premio especial del jurado. También entró en los cines de la República Federal - sin embargo se habían recortado las imágenes finales que anunciaban el compromiso futuro de Walter en la resistencia comunista. Este tipo de intervenciones pertenecía entonces a los fenómenos de la guerra fría.
La película de Konrad Wolf no está ideológicamente sobrecargada ni es una película dogmática. Walter no es un héroe, sólo un hombre que por una parte, se ha resignado y por la otra intenta seguir siendo humano en tiempos inhumanos. Es significativo que la mente y la conciencia de Walter empiecen a moverse de verdad cuando se trata de sus propios intereses, es decir, de su amor por Ruth. Por otro lado, había obviamente hecho vista gorda cuando se trataba de acciones de la resistencia búlgara; fue él quien intentó proporcionar medicamentos a los presos agravando tal vez su situación actual todavía más. La misión de Konrad Wolf no es una defensa de la resistencia comunista, sino de la oposición en general. Es decir, la comprensión de que el humanismo individual bajo determinadas condiciones, nada puede cambiar si no se entrega a la merced de las circunstancias. Los medios cinematográficos son convincentes, una y otra vez se presentan imágenes y escenas que dicen más de la situación que muchos diálogos. La película comienza con el subteniente Kurt vigilando el transporte de los presos judíos; Kurt sabe perfectamente que estos seres humanos viajan a la muerte, pero ello no le afecta - no obstante, le extiende la mano a Ruth para ayudarle a subir al vagón. Se deleita en su triunfo cuando descubre entre los presos los medicamentos desaparecidos y goza pisoteándolos luego violentamente. Es decir, no se trataba de encontrarlos por si le pudieran hacer falta en sus propias filas. Kurt miente a su amigo al informarle sobre la hora de salida del tren, y dicta con ello la sentencia de muerte definitiva para Ruth - subjetivamente sólo quería hacerle un favor a su amigo e impedirle que se complicaría todavía más la vida. El título alemán de la película Sterne (estrellas) es simbólico. Alude tanto a la estrella que obligaban a llevar a los judíos, como a la resignación de Walter: "No tengo ninguna constelación astral, ningún objetivo que merezca la pena aplicarse." Son siempre los pequeños gestos con los cuales el director caracteriza a sus protagonistas: La reacción de Walter al saludo nazi, la manera de Kurt de comerse un pollo. En una época en la que el dogma del realismo socialista limitaba las posibilidades estéticas de los directores socialistas, Wolf no duda en emplear la cámara de manera compleja y atrevida valiéndose de exposiciones dobles para intensificar la presentación. La película acaba y los espectadores se van con la pregunta de Ruth a Walter resonando todavía en sus oídos: "¿Es que, Usted, de nada tiene la culpa?".
Hans Günther Pflaum
Proyección en 16mm realizada con el apoyo del Goethe-Institut Buenos Aires.
Temporada XI / Función 210
Cineclub La Rosa
Austria 2154
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