viernes, 29 de junio de 2018

Kazuo Kuroki: "Réquiem de guerra"

Con la felicidad inmensa de contar con el apoyo de la Embajada de Japón, realizaremos un ciclo dedicado al director Kazuo Kuroki con la proyección de su trilogía "Réquiem de guerra" en 16mm.


Kazuo Kuroki nació el 10 de noviembre de 1930. Asistió a la Universidad Doshisha, pero se fue antes de graduarse para unirse a Iwanami Productions en 1954 como asistente de dirección, y pronto formó parte del "Grupo Azul" (Ao no kai) con otros cineastas como Noriaki Tsuchimoto, Shinsuke Ogawa y Yoichi Higashi, que exploraban nuevos caminos en el documental.

A mediados de la década del '60 comenzó a alternar con películas de ficción de manera independiente, y se convirtió en una de las figuras más destacadas del Art Theatre Guild de Japón en la década de 1970, con obras maestras como The Assassination of Ryoma (1974) y Preparations for the Festival (1975) con las que se ganó la aclamación de la crítica.

En sus últimos años trabajó en una trilogía llamada "Réquiem de guerra", relacionadas con los bombardeos atómicos de Japón en la Segunda Guerra Mundial. Su trabajo también lidió con sus propios sentimientos de culpa por la guerra, ya que se sintió responsable cuando algunos de sus compañeros estudiantes, que habían sido reclutados para trabajar en una fábrica local, murieron en los bombardeos aliados y no ayudó.

Kuroki ganó el premio al mejor director en los Mainichi Film Awards por El verano de un niño en 1945 y El rostro de Jizo. Murió súbitamente el 12 de abril de 2006.


Sábado 7 de julio - 20:30 horas
MAÑANA
(Tomorrow / Ashita, Japón, 1988, color, 105 minutos)
Dirección: Kazuo Kuroki
Elenco: Kaori Momoi, Kaho Minami, Nobuko Sendô, Michiko Araki, Moeko Ezawa, Yoshio Harada y Wakaba Irie.

El 9 de agosto de 1945, los estadounidenses lanzaron una bomba atómica sobre Nagasaki. Esta película describe la vida cotidiana de las personas el día anterior a ese evento fatídico, sus sentimientos de alegría y tristeza. Para ellos, el mañana nunca vendría. Basada en la novela de Mitsuharu Inoue.

¡Atención, día y horario especial para comenzar el ciclo!


Miércoles 11 de julio - 20 horas 
EL VERANO DE UN NIÑO EN 1945
(Utsukushii Natsu Kirishima, Japón, 2002, color, 118 minutos)
Dirección: Kazuo Kuroki
Elenco: Tasuku Emoto, Yoshio Harada, Tokie Hidari, Wakaba Irie, Eri Ishida y Teruyuki Kagawa.

En una película que apela a los recuerdos de juventud del director en la prefectura de Miyazaki en el sur de Japón, durante la Segunda Guerra Mundial. La población local trabaja arduamente en las fábricas, la carretera y la tierra ayudando a la guerra y preparándose para defenderse de la inminente invasión del ejército estadounidense. La vida continúa en medio de la muerte, la agitación y la tragedia.


Miércoles 25 de julio - 20 horas
EL ROSTRO DE JIZO
(Chichi to Kuraseba, Japón, 2004, color, 99 minutos)
Dirección: Kazuo Kuroki
sobre la novela de Hisashi Inoue.
Elenco: Rie Miyazawa, Yoshio Harada y Tadanobu Asano.

La película se centra en el tema de los hibakusha, nombre con el cual se conoce a los sobrevivientes de la bomba atómica que estalló en la ciudad de Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y transformó el destino de la humanidad. Tres años después, Mitsue lleva una vida modesta, trabajando en una biblioteca, luchando con la carga de haber sido una superviviente. Un día aparece un joven en su vida y un romance comienza a florecer. Sus emociones suben y bajan, pero Mitsue declara “No tengo derecho a ser feliz”. Mientras intenta suavizar a su propio amor, aparece su difunto padre quien había muerto durante el bombardeo. Basada en una obra de Inoue Hisashi.

Tercera película de la trilogía del veterano director Kuroki Kazuo ambientada en tiempos de guerra en Japón.


Ciclo realizado con el apoyo de la Embajada de Japón en la Argentina y la Japan Foundation.

Mañana

Comenzamos el ciclo dedicado a Kazuo Kuroki con la proyección en 16mm de la primera película de su trilogía "Réquiem de guerra": Mañana. Será en día y horario especial: el sábado 7 de julio a las 20:30 horas, con entrada libre y colaboración voluntaria en Austria 2154.


Sábado 7 de julio - 20:30 horas
MAÑANA
(Tomorrow / Ashita, Japón, 1988, color, 105 minutos)
Dirección: Kazuo Kuroki
Guión: Juuichirô Takeuchi, Masako Inoue y Kazuo Kuroki, sobre la novela de Mitsuharu Inoue.
Producción: Toshio Nabeshima
Dirección de Fotografía: Tatsuo Suzuki
Montaje: Masaru Iizuka
Música: Teizo Matsumura
Elenco: Kaori Momoi, Kaho Minami, Nobuko Sendô, Michiko Araki, Moeko Ezawa, Yoshio Harada y Wakaba Irie.


La película es una serie de viñetas de personas relacionadas con su vida cotidiana en Nagasaki, el día anterior a que se arrojara la bomba atómica.


Es 8 de agosto de 1945 y Yae, una enfermera y Shoji, un obrero, tienen una modesta ceremonia de bodas en un salón de la ciudad. Luego de las fotos Tsuruko, la hermana de Yae, repentinamente tiene dolores de parto, una amiga también está embarazada pero no sabe de su novio desde que fue convocado al ejército; otro quiere escaparse del llamado a combatir...


Con maestría, Kuroki describe la vida cotidiana de las personas el día anterior a ese momento fatídico, sus sentimientos de alegría y tristeza. Para todos ellos, el mañana nunca vendrá.


Proyección en 16mm realizada con el apoyo de la Embajada de Japón en la Argentina y la Japan Foundation.


Temporada XII / Función 225
Cineclub La Rosa
Austria 2154

jueves, 28 de junio de 2018

"Buscas esa Alemania que sólo existe en los libros"

Cerramos el ciclo dedicado a Konrad Wolf con la proyección de Yo tenía 19.


Sobre el final de la Segunda Guerra Mundial, la película intenta descifrar las consecuencias del conflicto en los seres humanos que lo padecieron.


"Una obra excelente, muy singular y con el plus de estar basada en la propia experiencia del realizador", nos compartió su comentario el crítico y amigo Paraná Sendrós.


"Buscas esa Alemania que sólo existe en los libros", es la sentencia en un pasaje filosófico que encuentra como respuesta: "Busco esa Alemania en la cual tu vivirás (...) ¿Es quizás la guerra un problema antropológico?"


Agradecemos la copia en 16mm al Goethe-Institut Buenos Aires.





sábado, 16 de junio de 2018

Yo tenía diecinueve

Segunda y última función del ciclo Konrad Wolf: la guerra y todo lo demás, con la proyección en 16mm de Yo tenía 19, el miércoles 27 de junio a las 20 horas en Austria 2154, con entrada libre y colaboración voluntaria. Con el apoyo del Goethe-Institut Buenos Aires.


Miércoles 27 de junio - 20 horas
YO TENÍA 19
(Ich war neunzehn, Alemania Democrática, 1968, blanco y negro, 115 minutos)
Dirección: Konrad Wolf
Guion: Wolfgang Kohlhaase y Konrad Wolf
Dirección de Fotografía: Werner Bergmann
Montaje: Evelyn Carow
Elenco: Jaecki Schwarz, Vasili Livanov, Aleksei Ejbozhenko, Galina Polskikh, Rolf Hoppe, Wolfgang Greese, Dieter Mann, Jenny Gröllmann, Kalmursa Rachmanov, Johannes Wieke


Un joven alemán que había emigrado con sus padres a Moscú en los primeros años de la dictadura nazi, regresa a Alemania durante los últimos días de la guerra como subteniente del Ejército Rojo. De nuevo en su antigua patria, intenta encontrar respuesta a sus preguntas sobre el pasado y el presente.

Se trata de una película bélica ambientada en la segunda guerra mundial, que es también una autobiografía del propio director, Konrad Wolf, puesto que la memoria del cineasta y la del propio personaje protagonista se acostumbran a fundir en una sola.


Sólo dos años después de que el XI Plenario del Comité Central en diciembre de 1965 hubiera arrasado con innumerables películas como consecuencia de la política cinematográfica del SED (Partido Socialista Unificado), la DEFA logró realizar un filme fuera de lo común, Yo tenía 19, que cuestiona temas que hasta ese momento habían sido tabú.

En la película Yo tenía 19 el alter ego de Konrad Wolf es el teniente Gregor Hecker (Jaecki Schwarz), soldado de una unidad de exploración de la armada soviética que tras la ruptura de las líneas de defensa alemanas en los ríos Oder y Neiße avanza hacia Berlín, la capital del Reich. Desde el altoparlante de un camión y con éxito moderado, Gregor insta a las tropas alemanas en retirada a que capitulen. En los pueblos y ciudades alemanes tiene encuentros contradictorios con sus antiguos compatriotas. Tras ser nombrado de pronto comandante de la ciudad de Bernau, el protagonista logra hacerse una imagen más diferenciada de la población civil. Más tarde actúa como intérprete de un mediador y contribuye así a la entrega pacífica de la ciudadela de Spandau, en las afueras de Berlín. Al final es testigo de cómo su amigo soviético más querido es asesinado en las últimas horas de la guerra por una unidad de las SS que se niega a rendirse.


La vuelta a la patria de Gregor Hecker es un proceso de acercamiento doloroso a un pueblo que se ha vuelto extraño para él. Aunque habla su lengua materna con la gente con la que se encuentra, no parece posible un entendimiento verdadero. Konrad Wolf encuentra metáforas muy persistentes para la estupefacción y la docilidad de los alemanes: por ejemplo, el caso de un arquitecto paisajista (Wolfgang Greese) que los aburre hasta el cansancio relatándoles de forma complicada a él y a sus camaradas las supuestas nobles causas de su “exilio interior”. En la parte trasera de una camioneta, Gregor encuentra a un soldado ciego de las Fuerzas Armadas Alemanas que aún cree en la “victoria final”. Por otro lado, también se encuentra con personas que tras el choque de la derrota han comenzado a transformar su forma de pensar, como por ejemplo un suboficial (Dieter Mann) que se rindió ante los rusos y que toma las armas junto a los soldados soviéticos para luchar contra una división de fanáticos de las SS.

En esta película, la novedad a la hora de describir el final de la guerra y las partes de la población afectadas por la misma es el alto grado de matices individuales. Por primera vez, los alemanes de 1945 no están divididos, a priori, en soldados de la resistencia y fascistas, sino que son descritos con diferentes matices en lo que se refiere a su biografía y motivación. La estructura de la película en forma de episodios (guión de Wolfgang Kohlhaase) hace posibles estas excursiones mentales a las diferentes historias desde la perspectiva del narrador en primera persona. Además la película tematiza algunos hechos históricos (como por ejemplo los ataques de los soldados soviéticos a la población civil alemana) que hasta ese momento habían sido tabú en la historiografía oficial.

Claus Löser

Proyección en 16mm realizada con el apoyo del Goethe-Institut Buenos Aires.

Temporada XII / Función 224
Cineclub La Rosa
Austria 2154

lunes, 4 de junio de 2018

Estrellas

Comienza el ciclo dedicado a Konrad Wolf en el Cineclub La Rosa con la proyección de Estrellas, proyectada en 16mm gracias al Goethe-Institut. Será el miércoles 13 de junio a las 20 horas, con entrada libre y colaboración voluntaria, en Austria 2154.

Miércoles 13 de junio - 20 horas
ESTRELLAS
(Sterne, Alemania Democrática / Bulgaria, 1959, blanco y negro, 92 minutos)
Dirección: Konrad Wolf.
Guión: Angel Vagenshtain
Dirección de Fotografía: Werner Bergmann
Montaje: Christa Wernicke
Música: Simeon Pironkov
Elenco: Sasha Krusharska, Jürgen Frohriep, Erik S. Klein, Stefan Pejchev, Georgi Naumov, Ivan Kondov, Milka Tuykova


En un campo de concentración en Bulgaria, durante la II Guerra Mundial, un oficial nazi se enamora de una chica judía de origen griego mientras escolta a un grupo de prisioneros. La tragedia es presentada como un símbolo de pureza humana frente al fascismo y el racismo. La película ganó el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cine de Cannes 1959.


Un vagón abarrotado de seres humanos. El tren parte de la estación. Un soldado alemán corre detrás del tren que desaparece en la oscuridad de la noche. Del Off viene una voz "¿Porqué volvemos a mirar hacia esta época?" La respuesta está en la historia presentada en retrospectiva que se desarrolla en una pequeña ciudad de Bulgaria, en 1943.

Walter, un suboficial alemán, pasa una semanas tranquilas en el país ocupado, lejos del frente, aprende incluso lo suficiente para defenderse en el idioma extranjero. No es un soldado fanático, se lleva bien con la población, se dedica a su hobby, y no sólo en su tiempo libre, a pesar de que el capitán le reprime por dibujar tanto. Llega un transporte con prisioneros judíos, entre ellos se encuentra Ruth, una mujer joven que le pide ayuda para una mujer embarazada. Todos los alemanes son iguales, son como lobos, dice Ruth a Walter, que al principio se muestra reacio a ayudar. "¿Porqué os han traído aquí?" quiere saber. "Ud. lo sabe mejor que yo", le contesta la mujer. Walter no está muy enterado de lo que ocurre y pregunta a su amigo Kurt: "¿Qué es Auschwitz?". Kurt sabe más: "De Auschwitz no vuelve nadie." Walter logra salir de paseo de noche dos veces con la prisionera; intenta explicarle su distancia interior de los actos de violencia del nacionalsocialismo. Su denuncia, y la presunta suerte que empieza a adivinar más que a comprender, le despiertan. Walter se propone liberar a Ruth. Pero su amigo Kurt no le ha dicho la verdad respecto al transporte: sus preparativos llegan tarde. Ve sólo al tren marchándose. No obstante, Walter saca la consecuencia: Las últimas imágenes dejan adivinar que intensivará los contactos que había iniciado con el movimiento de resistencia búlgaro para preparar la liberación de Ruth.


En el festival de Cannes de 1959, la película Sterne, que por motivos políticos participó como contribución búlgara, fue galardonada con el premio especial del jurado. También entró en los cines de la República Federal - sin embargo se habían recortado las imágenes finales que anunciaban el compromiso futuro de Walter en la resistencia comunista. Este tipo de intervenciones pertenecía entonces a los fenómenos de la guerra fría.

La película de Konrad Wolf no está ideológicamente sobrecargada ni es una película dogmática. Walter no es un héroe, sólo un hombre que por una parte, se ha resignado y por la otra intenta seguir siendo humano en tiempos inhumanos. Es significativo que la mente y la conciencia de Walter empiecen a moverse de verdad cuando se trata de sus propios intereses, es decir, de su amor por Ruth. Por otro lado, había obviamente hecho vista gorda cuando se trataba de acciones de la resistencia búlgara; fue él quien intentó proporcionar medicamentos a los presos agravando tal vez su situación actual todavía más. La misión de Konrad Wolf no es una defensa de la resistencia comunista, sino de la oposición en general. Es decir, la comprensión de que el humanismo individual bajo determinadas condiciones, nada puede cambiar si no se entrega a la merced de las circunstancias. Los medios cinematográficos son convincentes, una y otra vez se presentan imágenes y escenas que dicen más de la situación que muchos diálogos. La película comienza con el subteniente Kurt vigilando el transporte de los presos judíos; Kurt sabe perfectamente que estos seres humanos viajan a la muerte, pero ello no le afecta - no obstante, le extiende la mano a Ruth para ayudarle a subir al vagón. Se deleita en su triunfo cuando descubre entre los presos los medicamentos desaparecidos y goza pisoteándolos luego violentamente. Es decir, no se trataba de encontrarlos por si le pudieran hacer falta en sus propias filas. Kurt miente a su amigo al informarle sobre la hora de salida del tren, y dicta con ello la sentencia de muerte definitiva para Ruth - subjetivamente sólo quería hacerle un favor a su amigo e impedirle que se complicaría todavía más la vida. El título alemán de la película Sterne (estrellas) es simbólico. Alude tanto a la estrella que obligaban a llevar a los judíos, como a la resignación de Walter: "No tengo ninguna constelación astral, ningún objetivo que merezca la pena aplicarse." Son siempre los pequeños gestos con los cuales el director caracteriza a sus protagonistas: La reacción de Walter al saludo nazi, la manera de Kurt de comerse un pollo. En una época en la que el dogma del realismo socialista limitaba las posibilidades estéticas de los directores socialistas, Wolf no duda en emplear la cámara de manera compleja y atrevida valiéndose de exposiciones dobles para intensificar la presentación. La película acaba y los espectadores se van con la pregunta de Ruth a Walter resonando todavía en sus oídos: "¿Es que, Usted, de nada tiene la culpa?".

Hans Günther Pflaum



Proyección en 16mm realizada con el apoyo del Goethe-Institut Buenos Aires.

Temporada XII / Función 223
Cineclub La Rosa
Austria 2154

viernes, 1 de junio de 2018

Konrad Wolf: la guerra y todo lo demás

En junio dedicaremos un ciclo al director alemán Konrad Wolf y dos películas referidas a la Segunda Guerra Mundial: Estrellas y Yo tenía diecinueve, proyectadas en 16mm gracias al Goethe-Institut Buenos Aires. Con entrada libre y colaboración voluntaria en Austria 2154.


Konrad Wolf nació el 20 de octubre en 1925 en Hechingen, Württemberg. Hijo del poeta comunista Friedrich Wolf, tras la toma del poder por los nazis pasó su infancia a partir de 1934 en el exilio en Moscú. En 1936 se hizo ciudadano ruso y como tal fue incorporado al Ejército Rojo en 1942. El gobierno de la URSS le concedió numerosas condecoraciones por sus méritos en la Segunda Guerra Mundial, entre ellas, la Orden de la Estrella Roja. En 1970 recibió la Orden de la Guerra Patria de primer grado. En 1975 fue declarado ciudadano de honor de Bernau.

En la RDA no sólo era un cineasta muy atareado, sino que desempeñaba diferentes puestos estatales. Por ejemplo, fue Presidente de la Academia de Bellas Artes desde 1965 hasta su muerte en 1982. Una vez finalizados sus estudios de cine, Wolf entró a formar parte del Consejo Artístico de los estudios cinematográficos DEFA.

Puede que tanto su propia reputación política, así como la de su padre y su hermano Markus Wolf (coronel general del Ministerio de Seguridad), le otorgasen ciertas libertades a la hora de realizar sus películas. El hecho de que él aprovechase estas libertades al máximo demuestra una magnitud de valor cívico que no debe sobrentenderse.


En marzo de 1959 se estrenó Estrellas. La trama transcurre en tres días en una ciudad búlgara en la que los judíos deportados al campo de exterminio de Auschwitz hacían una parada en su viaje. El suboficial de la Wehrmacht Walter (Jürgen Frohriep) conoce a la judía Ruth y ambos se enamoran. Walter entra en conflicto con sus amigos y sus superiores, se transforma, incluso ayuda a los resistentes búlgaros. Pero, llega tarde para evitar que Ruth sea transportada al campo de exterminio. La película recibió varios premios, entre ellos en 1959 un premio especial del jurado del Festival Internacional de Cannes. Aunque para ello tuvo que figurar como una producción exclusivamente búlgara porque los reprentantes de la RFA protestaron con éxito para impedir que se pasara una película de la RDA, que no reconocían. Curiosamente la película fue prohibida inicialmente en Bulgaria porque mostraba una imagen demasiado positiva de los alemanes.

Yo tenía diecinueve (1968) tiene rasgos autobiográficos; es la película más personal dirigida por Wolf, y para muchos su mejor obra. Es la historia de Gregor Hecker, emigrado de niño, que a su vuelta como teniente del ejército rojo, descubre a Alemania y a los alemanes entre el 16 de abril y el 6 de mayo de 1945 en su camino desde el Oder hasta sobrepasar Berlín. La película muestra los horrores de la guerra sin patetismo, idealizaciones ni sentimentalismo. Por su carácter personal, su autenticidad y su sinceridad, y también por la subyugante personalidad de Jaecki Schwarz, el film obtuvo un gran éxito, también internacional.

Wolf desarrolló junto a su trabajo como director de cine una intensa actividad política. Desde 1959 hasta 1966 fue el presidente del comité de dirección del sindicato de artistas. En 1965 fue elegido presidente de la Academia de las Artes de la RDA, cargo que desempeñó hasta su muerte. Desde este cargo defendió una política progresista en el arte y la cultura. Fue socio fundador (1967) y miembro de la dirección de la Unión de Trabajadores de Cine y Televisión de la RDA. Murió el 7 de marzo de 1982 en Berlín, con sólo 57 años. En 1985 se puso su nombre a la Escuela Superior de Cine y Televisión de la RDA en Potsdam-Babelsberg.


Miércoles 13 de junio - 20 horas
ESTRELLAS
(Sterne, Alemania Democrática / Bulgaria, 1959, blanco y negro, 92 minutos)
Dirección: Konrad Wolf.
Elenco: Sasha Krusharska, Jürgen Frohriep, Erik S. Klein, Stefan Pejchev, Georgi Naumov, Ivan Kondov, Milka Tuykova


En un campo de concentración en Bulgaria, durante la II Guerra Mundial, un oficial nazi se enamora de una chica judía de origen griego mientras escolta a un grupo de prisioneros. La tragedia es presentada como un símbolo de pureza humana frente al fascismo y el racismo. La película ganó el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cine de Cannes 1959.


Miércoles 27 de junio - 20 horas
YO TENÍA DIECINUEVE
(Ich war neunzehn, Alemania Democrática, 1968, blanco y negro, 115 minutos)
Dirección: Konrad Wolf
Elenco: Jaecki Schwarz, Vasili Livanov, Aleksei Ejbozhenko, Galina Polskikh, Rolf Hoppe, Wolfgang Greese, Dieter Mann, Jenny Gröllmann, Kalmursa Rachmanov, Johannes Wieke

Un joven alemán que había emigrado con sus padres a Moscú en los primeros años de la dictadura nazi, regresa a Alemania durante los últimos días de la guerra como subteniente del Ejército Rojo. De nuevo en su antigua patria, intenta encontrar respuesta a sus preguntas sobre el pasado y el presente.

Se trata de una película bélica ambientada en la segunda guerra mundial, que es también una autobiografía del propio director, Konrad Wolf, puesto que la memoria del cineasta y la del propio personaje protagonista se acostumbran a fundir en una sola.



Ciclo en 16mm realizado con el apoyo del Goethe-Institut Buenos Aires.