Imperdible para quienes no la vieron, volveremos a proyectar este film de Wolfgang Becker (
Goodbye, Lenin!). Una película provocadora y cómica sobre los
sentimientos y la actitud hacia la vida de la nueva generación de una
gran ciudad, ganadora de una Mención de Honor en el Festival de Berlín. La
proyectaremos en el marco del ciclo "
Berlín ayer y hoy", en 16mm, gracias al Goethe-Institut, el miércoles 12 de
abril a las 20 horas, con entrada libre y
colaboración voluntaria en Austria 2154.
Miércoles 12 de abril - 20 horas
LA VIDA EN OBRAS
(Das Leben ist eine Baustelle, Alemania, 1997, color, 118 minutos)
Dirección: Wolfgang Becker.
Guión: Wolfgang Becker y Tom Tykwer.
Dirección de Fotografía: Martin Kukula.
Montaje: Patricia Rommel.
Música: Jürgen Knieper y Christian Steyer.
Elenco: Jürgen Vogel, Christiane Paul, Ricky Tomlinson, Armin Rohde,
Martina Gedeck, Meret Becker, Christina Papamichou, Rebecca Hessing,
Andrea Sawatzki, Peter Gavajda, Ingeborg Westphal.
Berlín en invierno: el joven Jan Nebel se mete por casualidad en una
pelea entre manifestantes y la policía, además de perder su puesto de
trabajo le imponen una multa. Su padre muere y su nueva novia, Vera, le
acompaña a velar al difunto. Una película provocante y cómica sobre los
sentimientos y la actitud hacia la vida de la nueva generación de una
gran ciudad.
Das Leben ist eine Baustelle: el título de esta película se debe
de entender de manera programática: se trata de conceptos de la vida
todavía no maduros, de reacciones a daños, de correcciones a proyectos
de carácter provisional y de frágiles situaciones en la vida cotidiana.
Las imágenes de las obras que atraviesan la historia como un leitmotiv
tienen un valor simbólico. Los personajes de la película todavía no han
encontrado un modo de acomodarse a este mundo poco acogedor. La película
de Wolfgang Becker revela los sentimientos de una joven generación
alemana en la segunda mitad de los sesenta más que cualquier otro éxito
humorístico.
Esta historia se relata más bien en tono cómico y con ello el director
logra realizar una obra de arte que sólo conocemos del cine británico.
Esta es la historia de miseria material y psíquica, de pérdida del hogar
y de tristeza, nunca quejumbrosa y cuya enérgica fuerza de voluntad no
se ve empequeñecida por el cómico tono concomitante, sino que se
enfrenta a la situación ofreciendo resistencia. El hecho de que se hayan
empleado medios drásticos para escenificar tanto el sexo como el
trabajo o la muerte, se debe de entender como protesta contra la levedad
y candidez con las cuales el cine alemán de los años noventa desceba
esta clase de conflictos. En
Das Leben ist eine Baustelle se provoca sin temor tal cual lo hacía la generación del "nuevo cine alemán" en los años setenta.
La levedad con la cual Jan entra en conflicto con la policía y es
condenado debería ya irritar a una parte del público. De manera casi
incidental, Wolgang Becker nos revela también la degeneración de la
televisión, con el Quiz en el cual los candidatos deben de adivinar el
título de películas de horror al oír los gritos de las víctimas y con un
concurso de talento de máxima idiotez. La película trata la ligereza en
las relaciones sexuales, la disolución de las estructuras familiares,
el paro, problemas de vivienda y el temor al SIDA representando esta
enfermedad de manera omnipresente en toda la película. El otro mundo,
poblado de hoteles de lujo y de tiendas con caros productos o el
exquisito bufet de un "congreso médico" queda ahora totalmente fuera del
alcance de Jan. Solamente Vera sigue traspasando los límites sin temor e
impide a Jan siga sin querer saber si se ha contagiado o no.

Con la llegada de la griega que anda extraviada por Berlín en busca de
su hermano, Wolfgang Becker y su coautor han cargado a la historia con
un volumen de problemas casi enciclopédico. En la segunda parte de la
película esta carga inhibe hasta cierto punto el flujo narrativo de la
historia. El hecho de que la historia no se detenga se debe a la
vivacidad, a la expresión y a la cantidad de matices que proporcionan
los protagonistas y al ojo escenográfico del director:
Das Leben ist eine Baustelle reproduce
también una imagen de lugares desconocidos Berlín, la gran metrópolis.
Es un cuadro morboso, pero lleno de contradicciones y de vida.
Hans Günther Pflaum
Proyección en 16mm realizada con el apoyo del Goethe-Institut Buenos Aires.
Temporada XI / Función 209
Cineclub La Rosa
Austria 2154