martes, 13 de noviembre de 2012

De interés cineclubístico

Este domingo hay dos proyecciones en 16 mm en dos cineclubes de Buenos Aires. Tanto el Cineclub La Rosa que dirige Emiliano Penelas -con quien compartí horas de escuela de cine, de cafés y de cineclub- como el Cineclub Dynamo organizaron funciones en 16 mm. En ambos casos la entrada es libre. No digo gratuita porque al final de la función se pasa un alcancía para quien quiere dejar una colaboración voluntaria, que es el único sostén económico de nuestros cineclubes.


La Rosa es un cineclub muy recomendable, que funciona en Biblioteca Carlos Sánchez Viamonte y -en sintonía con la muy buena programación que tiene desde su inicio- proyectará dos clásicos imperdibles como son Cero en conducta (Zéro de conduite, Francia, 1933, blanco y negro, 41 minutos) y El silencio del mar" (Le silence de la mer, Francia, 1949, blanco y negro, 83 minutos). La primera es una oda poética a la rebelión infantil; la segunda, un excelente drama intimista ambientado en la Francia ocupada.

Un poco más tarde, a las 20, el Cineclub Dynamo proyectará La mala sangre (Le mauvais sang, Francia, 1986, 116 minutos), una película difícil de clasificar (¿policial futurista?, ¿thriller? ¿drama?) que tuvo mucho impacto en Francia y tambiuén hizo ruido en Argentina. Las actuaciones de Denis Lavant, Juliette Binoche, Julie Delpi y Michel Piccoli son uno de los tantos puntos fuertes. Lo más fuerte quizá sea el tema que trata.

Hay que agradecer a la gente de la Cinemateca de la Embajada de Francia por las cintas en 16 mm. También a la Cinemateca del Instituto Goethe. Y celebrar que próximamente el Cineclub BsAs también proyectará en fílmico, en este caso en 35 mm. Hace poco conocí en el Goethe a chicos de un cineclub que funciona en Almagro y que también proyecta en 16 mm. También hay otros que proyectan en Super 8 y seguramente habrá más proyecciones en fílmico de las que no estoy enterado.

En definitiva, hay una oferta cineclubística creciente en formatos fílmicos y es algo que me pone muy contento. Esperemos que un día las películas argentinas en 16 mm también estén disponibles para los cineclubes, como lo están las francesas y alemanas. Lo digo con ánimo constructivo, alguien las tiene y estaría bien que ese material circule.

No se puede hablar de un auge ni mucho menos, pero pasan cosas buenas: circulan películas, aparecen proyectores, lámparas, repuestos, hay más gente que sabe del tema y -sobre todo- hay un público que aprecia especialmente las proyecciones en fílmico.

Abrazo cineclubista,

Carlos Müller
Director Cineclub Dynamo

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