Comenzamos un nuevo ciclo, esta vez a cargo de un amigo de la casa como "programador invitado". Se trata de Cristian N. García y un repaso por tres de las cinco películas que filmaron juntos Werner Herzog y Klaus Kinski, más el documental que muestra la tortuosa relación que los unía. Como siempre, con entrada libre y colaboración voluntaria, en Austria 2154.
Pocas colaboraciones en la historia del cine han sido tan fructíferas, antagónicas, conflictivas y geniales como la del director Werner Herzog con el actor Klaus Kinski.
Más allá de lo que cuenta la historia, hay algo que está muy claro y es que se necesitaban mutuamente. Juntos llegaron al pico más alto de sus carreras profesionales, obteniendo la admiración del mundo entero por su innegable talento artístico. Eso sumado a la difícil personalidad de ambos y a su controvertida relación de amor-odio, le otorgaron el status de “legendarias” a las cinco películas que realizaron en conjunto.
Es imposible comenzar a escribir sobre estos dos personajes, sin antes hacer una brevísima reseña sobre la historia del cine alemán para situarnos: en la década del ’20 Alemania produjo uno de los más importantes movimientos cinematográficos y artísticos en general como lo fue el denominado “expresionismo alemán”. Con el advenimiento del nazismo, muchos de los grandes directores alemanes decidieron emigrar para evitar formar parte del cine de propaganda que Adolf Hitler pretendía que se realizara. Esto marcó el final de aquel movimiento, por lo que lamentablemente el nuevo cine sonoro alemán (a excepción de “El ángel azul” de Joseph Von Sternberg, M. El vampiro de Fritz Lang y Cuatro de infantería de Georg Wilhelm Pabst) fue artísticamente inferior al realizado en la etapa muda. El cine de dicho país entonces comenzó a perder notoriedad avanzada la década del ’30 (más allá de algunas muy buenas realizaciones como El puente de 1959 dirigida por Bernhard Wicki) y recién pudo volver a los primeros planos internacionales en la década del ’70, con la aparición de los denominados directores del “nuevo cine alemán” movimiento que tiene a Werner Herzog y a Rainer Fassbinder como sus máximos exponentes.
Werner Herzog, nacido en Munich en 1942 decidió que se dedicaría al cine a la edad de 17 años, aunque su debut como director llegaría recién en 1967 con el film Signos de vida.
A lo largo de toda su filmografía podremos observar su fascinación por los seres de excepción, extraños, tanto sea un superhombre como un marginado social (como es el caso de su excelente film El enigma de Gaspar Hauser o del anteriormente realizado También los enanos nacen pequeños) además de su predilección por desafiar todos los límites posibles con tal de lograr verosimilitud cinematográfica que van desde subir un barco por una montaña de la selva amazónica, en su film basado en hechos reales Fitzcarraldo de 1982 (en el que inclusive va más lejos que su protagonista), hasta documentar a un alpinista en su ascenso al monte Everest.
Klaus Kinski, seudónimo de Nikolaus Karl Günther Nakszynski, nació en la Ciudad Libre de Dánzig en 1926. Comenzó su carrera en el teatro finalizada la Segunda Guerra Mundial, en la cual participó contra su voluntad como paracaidista del ejército alemán.
Interpretó monólogos de Shakespeare y se rodeó de grandes directores teatrales que le enseñaron a desarrollar su potencial actoral, mediante la utilización de diversas técnicas de representación.
Su debut en el cine se produjo en 1948, en el film Morituri. Luego le siguieron películas de baja categoría, a excepción de dos clásicos de la historia del cine: Por unos dólares más (1965) de Sergio Leone y Doctor Zhivago (1965) de David Lean, en los que trabajó como actor de reparto. A principios de la década del ’70, mientras se encontraba realizando una serie de presentaciones teatrales muy controvertidas conocidas como Jesucristo redentor (en donde recitaba fragmentos extraídos del Nuevo Testamento, mezclándolos con pasajes críticos hacia la Iglesia y la Guerra de Vietnam) es llamado por Werner Herzog, con quien casualmente había convivido en una pensión cuando el primero era un niño, para protagonizar el que sería su primer trabajo en conjunto.
Posiblemente Aguirre, la ira de Dios (1972), película que dio inicio a ésta peculiar sociedad constituya el mejor ejemplo del nuevo cine alemán.
Basado en los diarios del monje español Gaspar de Carvajal escritos en el año 1560, el film narra la expedición del Amazonas por parte del ejército dirigido por Gonzalo Pizarro, y más tarde guiado por el devenido en comandante Don Lope de Aguirre (en una cautivante, obsesiva y despótica interpretación de Klaus Kinski) quien, junto a su séquito empeñará todos sus esfuerzos para llegar a la mítica ciudad de El Dorado.
Herzog logra crear en esta película un ambiente opresivo y asfixiante, desde la primera escena del film, en la que se percibe el sacrificio y sufrimiento de los esclavos descendiendo de un Macchu Picchu cubierto por las nubes, hasta la bella desolación de la escena final, una clara muestra del tipo de imagen que únicamente este par de genios locos juntos podría haber creado.
Los conflictos entre actor-director no tardaron en aparecer. Kinski sufría a menudo de ataques de rabia, despotricaba y hasta agredía físicamente a los integrantes del set de filmación y a los actores aborígenes. En una oportunidad, intentó abandonar el rodaje a mitad del mismo, siendo obligado a quedarse por el propio Herzog, quien amenazó con matarlo y luego suicidarse, apuntándole con una escopeta. Estos problemas, sin embargo, no provocaron la ruptura de la sociedad: juntos harían otros cuatro filmes.
Woyzeck(1978) sería su segunda colaboración y, tal vez, la menos conocida. Basado en la obra antimilitar póstuma de Georg Büchner, trata sobre la locura producida a través de la despersonalización. Utilizando los elementos más grotescos del expresionismo alemán combinado con su propio sentido de lo aterrador, Herzog nos sumerge directamente en la historia de un soldado (Klaus Kinski) que es utilizado como experimento de laboratorio, transformándose en una irreflexiva máquina de matar. El único vestigio de humanidad que posee es su amor por la hermosa María (Eva Mattes), pero también es corrompido cuando es incitado a asesinarla.
Aunque quizás el film no se encuentre entre las obras más destacadas de su director, se merece una mayor atención, aunque sea sólo por la desgarradora actuación de Kinski.
En 1979 realizarían juntos la remake del clásico film de F.W. Murnau de 1922: Nosferatu, basado a su vez en la novela Dracula de Bram Stoker. La película no sólo constituye un verdadero homenaje al expresionismo, sino que es una de las adaptaciones al cine más impresionantes de la conocida historia de vampiros, introduciendo algunos cambios significativos en comparación a su antecesora muda.
Ésta versión quizás no posea el terror de la versión original, es más bien surrealista. Sin embargo, la actuación de Kinski y la utilización de imágenes crudas por parte de Herzog la hacen intensamente escalofriante. Y como complemento a la cautivante pesadilla, contamos con la actuación de Isabelle Adjani como Lucy, cuya etérea belleza y entrega inexpresiva le brindan un aura inquietante como heroína.
Su proyecto más ambicioso llegaría en 1982, con Fitzcarraldo, film descripto por el propio director como su “mejor documental”. Tras renunciar al proyecto tanto Jason Robards, como Mick Jagger, Herzog decidió volver a convocar a Kinski para interpretar el rol principal. Nuevamente situado en el Amazonas, cuenta la historia de un excéntrico fanático de la ópera, que desea cumplir el sueño de montar un teatro en la selva amazónica para llevar a cantar allí al gran tenor italiano Enrico Caruso. Para conseguir el dinero que financiaría su objetivo, decide transportar un enorme barco de vapor al otro lado de las montañas, hasta un terreno propicio donde podría dedicarse a la explotación del caucho. La obsesión de Herzog de realizar la película emulando al protagonista de la misma (moviendo literalmente un barco a través de una montaña) se vio dificultada por accidentes, dolor, enfermedades e incluso muertes. Por supuesto no podían faltar los ataques de locura de Kinski, a quien los aborígenes estaban dispuestos a asesinar. Todas las vicisitudes que rodearon a la realización del film, quedaron estampadas en el aclamado documental de Les Blank Burden of dreams.
La quinta y última película realizada por ambos en conjunto sería Cobra Verde (1987), basada en la novela de Bruce Chatwin El virrey de Ouidah y en la cual, como de costumbre, Herzog no escatimó al llevar a la pantalla esta historia de comercio de esclavos africanos, que tiene como protagonista al tratante brasileño Francisco Manoel Da Silva (Kinski).
Tras negarse a realizar una escena, el actor abandonó el rodaje, faltando poco para su finalización. Este hecho marcaría el final de su sociedad artística, que, con la prematura muerte de Klaus Kinski en 1991, se tornó irrecuperable.
Ambos expresaron su opinión sobre la relación: Kinski la manifestó en su autobiografía titulada Yo necesito amor (disponible en nuestra Biblioteca) y Herzog en el excelente documental Mi enemigo íntimo (1999), el cual posee impactantes imágenes de archivo y testimonios que narran las andanzas de estos genios del cine.
Cristian Nicolás García
Programador invitado
Miércoles 25 de abril - 20 horas
AGUIRRE, LA IRA DE DIOS
(Aguirre, der Zorn Gottes, Alemania, 1972, color, 94 minutos)
Dirección: Werner Herzog.
Elenco: Klaus Kinski, Helena Rojo, Del Negro, Ruy Guerra, Peter Berling, Cecilia Rivera, Dany Ades, Armando Polanah.
En 1560, poco después de la destrucción del imperio Inca, una expedición española parte de las montañas de Perú rumbo a las selvas del Amazonas, en busca de El Dorado. Pronto aparecerán las dificultades y el conquistador Lope de Aguirre, un hombre duro, se convertirá en el líder del grupo. Basada en la histórica figura, y en reconstrucciones de archivos y diarios de la época, la película es una de las más importantes en la historia del cine alemán.
Miércoles 9 de mayo - 20 horas
NOSFERATU
(Nosferatu: Phantom der Nacht, Alemania, Francia, 1979, color, 106 minutos)
Dirección: Werner Herzog.
Elenco: Klaus Kinski, Isabelle Adjani, Bruno Ganz, Jacques Dufilho.
Jonathan Harker viaja desde Wismar a Transilvania, al castillo del legendario conde Drácula, para venderle una mansión en su ciudad. Una fotografía de Lucy, la mujer de Harker, llevará a Nosferatu hacia Wismar, donde aportará su dosis de muerte. Aunque basándose en la novela Drácula, de Bram Stoker, Herzog da aquí su visión sombría y estilizada del clásico del expresionismo alemán Nosferatu (1922), de F.W. Murnau.
La copia es gentileza del Goethe-Institut.
Miércoles 23 de mayo - 20 horas
Proyección en 16mm
COBRA VERDE
(Idem, Alemania, Ghana, 1987, color, 111 minutos)
Dirección: Werner Herzog.
Elenco: Klaus Kinski, Peter Berling, José Lewgoy, King Ampaw, Salvatore Basile.
Un granjero convertido en bandido en el Brasil del siglo XIX, Cobra Verde es enviado al África en busca de esclavos. Único blanco en tierra negra, se encuentra víctima de torturas y humillaciones, forma un ejército rebelde y llega al límite de la locura. Herzog, como en muchas de sus películas, nos lleva en un viaje a lo desconocido. Última colaboración entre el director y Kinski.
La copia, gentileza del Goethe-Institut, se proyectará en 16mm.
Miércoles 13 de junio - 20 horas
MI ENEMIGO ÍNTIMO
(Mein liebster Feind, Alemania, Gran Bretaña, Finlandia, Estados Unidos, 1995, color, 99 minutos)
Dirección: Werner Herzog.
Elenco: Klaus Kinski, Claudia Cardinale, Werner Herzog, Eva Mattes, Beat Presser.
En un documental absolutamente personal, Werner Herzog cuenta la tempestusosa y fructífera relación que lo vinculó con Klaus Kinski en cinco películas. Compañeros de departamento en los años '50, el director recuerda los repentinos e injustificables arrebatos de ira o locura del actor, personalidad que lo fascinó. Así, la hermandad y creatividad surgió entre el caos a la violencia, el amor y el odio que se tenían mutuamente.
Este ciclo cuenta con la colaboración del Goethe-Institut.
2 comentarios:
El 23 de abril cae lunes ¿Quisieron poner Miércoles 25?
Saludos.
Gracias por el aporte, ya está corregido.
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