Durante una charla en el XI Festival Internacional de Punta del Este
Una tristísima noticia nos sorprendió esta mañana, cuando nos enteramos del fallecimiento de Alberto Farina. No sólo se trataba de un excelente periodista, crítico, historiador y entusiasta de todo lo referido al cine y su mundo, sino que era una persona extraordinaria y llena de bonhomía, sin amagues ni medias tintas para compartir su amistad ni su conocimiento.
Como periodista se desempeñó durante muchos años en "El Cronista Comercial", y últimamente colaboraba en la revista "Ñ" de Clarín, además de ciclos televisivos y radiales que lo tuvieron como columnista y conductor.
Tenía apenas 53 años y aunque había nacido en Montevideo, Uruguay, el 10 de mayo de 1956, su pasión por Buenos Aires, donde vivió desde los ocho años, lo hacía un ciudadano de "las dos orillas", de donde obtuvo su amor al tango. De este lado, supo encariñarse con Villa Crespo y se hizo fanático de su querido Atlanta. Al barrio, al club, a la ciudad y a la música, le dedicó con entusiasmo su cortometraje "Paquita, la flor de Villa Crespo", que rendía homenaje a Paquita Bernardo (1920-1925), primera bandoneonista de la historia del tango. Alberto lo presentó en el Cineclub La Rosa con la pasión de siempre hace poco más de dos años, el sábado 16 de julio de 2007, en una hermosa noche de amistad.
Emiliano Penelas y Alberto Farina, en el Festival Piriápolis de Película, 2007
Tuve la suerte de tenerlo como profesor de Historia del Cine en el viejo CERC (hoy ENERC), Escuela dependiente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, donde trabajó hasta último momento. Luego del vínculo, que nunca fue distante, entre profesor y alumno, fui su amigo, compartiendo viajes al Uruguay, festivales y momentos donde el cine, el fútbol, la orientalidad y lo porteño se entremezclaban sin importar el orden de la charla.
Cuando su enfermedad, repentina e implacable, se empeñaba en hacer mella en su físico, aún conservaba la entereza de realizar un nuevo esfuerzo y concurría a dar clases, a pesar de todo. La última vez que lo vi, junto a Graciela Taquini, en un día de clases, todavía soñaba con compartir unos días en su nueva casa recién terminada en Colonia.
Nos vemos por ahí. Un abrazo, Alberto.
Emiliano Penelas
6 comentarios:
Yo también tuve la suerte de tenerlo como profesor en la UP en varias materias y no hay duda que fue un GRANDE.. no solo por todo lo que sabia, sino por su persona y compromiso. Se lo va a recordar siempre con mucho afecto.
de que murio?
Falleció de cáncer.
Se llevo a la tumba el premio del bomboncito de Hansen y su pitufo Enrique
comparti peliculas desde la fila 11. Y guardare su frase prestada "el cine es mas caliente q la vida". Hace poco me entere de su muerte, cuanto lo lamento. Mabel
Yo lo tuve como vecino en el quinto piso del edificio de Gurruchaga y Vera, donde además de compartir puertas compartíamos nacionalidades y pasión por el cine.
Siempre dispuesto a una buena conversación, amigo desde el principio, lo recuerdo con la sonrisa a flor de piel, amable,
servicial, con una gentileza y una sencillez que pocas veces he visto.
Me enteré de su fallecimiento mirando un programa de televisión y quedé pasmado.
Lo había encontrado unos meses antes sentado en la vereda de un bar en Palermo Viejo, solo, como abatido, y a pesar de eso - yo ignoraba su enfermedad - supo sonreirme y preguntarme por la familia, con esa simpatía y amabilidad tan suyas.
Lo recordaré siempre, y desde aquí, modestamente, le envío un abrazo enorme, esté donde esté.
Fué un vecino y amigo ejemplar...
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