Este documental de aproximadamente una hora de duración, asume un planteo que se orienta a la polémica: cuál rumbo es mejor el digital o el fílmico.
Claro, el espectador corriente no incurrirá en esta problemática: estará disfrutando cómodamente la película. Muy pocos saben de qué se trata su tecnología. Para su asombro diremos que el sistema fílmico era el que se empleaba en los comienzos del cine y que nos ha brindado tantas obras de arte (El acorazado Potemkin, Entreacto, los filmes de Charles Chaplin, etc., etc.). Hace unos 10 años que fue reemplazado por soporte digital. ¿Cuál es su diferencia y en qué consisten uno y otro?
El fílmico recurre al celuloide y necesita muchos rollos y materiales para narrar una historia a través de un proyector. Sin duda es más caro que el procedimiento digital, pero los materiales duran más de modo que su producción es más barata. En Continuará, Emiliano Penelas (responsable del documental junto a Fermín Rivera) se encarga de explicar el proceso técnico. El numeroso instrumental que se utiliza es asombroso.
Otro aspecto sería desarrollar en el público una preparación estética acerca del cine fílmico, que permitiría valorar esas maravillas que nos ha regalado: joyas como las de Buster Keaton, Harold Lloyd y tantos otros, hasta que los espectadores exclamen junto a Continuara: “¡Cine, mi amor!”.
El jueves 15 de agosto se estrena en el Cine Gaumont la película Continuará, codirigida por Fermín Rivera y Emiliano Penelas, Secretario General de la Biblioteca Popular Carlos Sánchez Viamonte y responsable del Cineclub La Rosa. Además, la película fue filmada en nuestra casa y durante una función. Mirá el trailer y escuchá la entrevista en CSV Radio.
Continuará... aborda el hecho más trascendente y controversial desde la invención del Séptimo Arte: la desaparición del fílmico. Lo que para mucha gente pareciera ser simplemente el resultado de la evolución tecnológica, trae consigo paradojas y contradicciones que ponen en peligro el patrimonio fílmico y aceleran su deterioro. En este contexto, revalorizar lo analógico se vuelve una necesidad. El fílmico ha durado más de cien años, bien conservado puede llegar a ser eterno y en plena era digital está ganando nuevos adeptos.
Crear conciencia sobre el reconocimiento cultural, simbólico, expresivo, educativo, histórico y patrimonial de las imágenes en movimiento constituye la base de la declaración de la UNESCO en 2005, en conmemoración de la aprobación de la Recomendación sobre la Salvaguardia y la Conservación de las Imágenes en Movimiento, en 1980.
Es por eso que seguimos insistiendo en la necesidad de que finalmente se ponga en funcionamiento efectivo la Cinemateca, para no seguir perdiendo nuestro patrimonio.
El Cineclub La Rosa, representado por Emiliano Penelas, firmó el acuerdo con las demás instituciones que integraban su categoría para informar un representante único para integrar el Consejo Asesor de la Cinemateca y Archivo de la Imagen Nacional (CINAIN).
Luego de una serie de reuniones, las instituciones que integraban la categoría número 4 (cineclubes y cinematecas representativas que tengan personería jurídica o actúen dentro de entidades que tengan personería jurídica) según la Ley 25.119 llegaron a un acuerdo para designar ante la Cinemateca y Archivo de la Imagen Nacional (CINAIN) un representante único que integre el Consejo Asesor.
Emiliano Penelas fue el candidato designado por el Cineclub La Rosa / Biblioteca Popular Carlos Sánchez Viamonte, y junto a Fundación Gotika, Cinemateca y Archivo de la Imagen Patagónica (CAIP) y el Centro Audiovisual Rosario eligieron al candidato de ésta última institución perteneciente a la Municipalidad de Rosario, Gustavo Escalante.
Recordemos que el Consejo Asesor lo formará un representante por cada una de estas nueve categorías: 1. El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA); 2. Las escuelas de cine dependientes de instituciones oficiales o universidades privadas o que tengan personería jurídica o actúen dentro de entidades que tengan personería jurídica; 3. Las asociaciones de críticos de cine reconocidas o que tengan personería jurídica; 4. Los cineclubes y cinematecas representativas que tengan personería jurídica o actúen dentro de entidades que tengan personería jurídica; 5. Las asociaciones de directores de cine representativas que tengan personería jurídica; 6. Las asociaciones de productores de cine representativas que tengan personería jurídica; 7. El Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina (SICA); 8. La Asociación Argentina de Actores (AAA); 9. Fondo Nacional de las Artes; 10. Museo del Cine de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires e instituciones análogas que existieren.
Actualmente, sólo resta designar a quien ocupará el lugar por la categoría 2, en donde las seis instituciones que presentaron candidatos continuarán con el proceso según lo establece el cronograma: Hasta el 30 de junio deberán informar a la CINAIN miembro seleccionado para someterse a concurso público de antecedentes promovido por el MINISTERIO DE CULTURA DE LA NACIÓN.
El Cineclub La Rosa volvió una noche con la proyección de Éxtasis, de Gustav Machatý en 16mm. Acá dejamos unas imágenes de una noche muy fría al calor de la bella Hedy Lamarr.
El sábado 17 de junio a las 20 horas tendremos una función especial en el Cineclub La Rosa con la proyección en 16mm de Éxtasis, de Gustav Machatý, protagonizada por Hedy Lamarr, y que pasó a la historia por mostrar el primer desnudo y orgasmo femenino del cine. Será con entrada libre y colaboración voluntaria, en Austria 2154.
Sábado 17 de junio a las 20 horas ÉXTASIS (Ekstase / Ecstasy, Checoslovaquia / Austria, 1933, blanco y negro, 89 minutos) Dirección: Gustav Machatý Guion: Gustav Machatý, Frantisek Horký y Jacques A. Koerpel, sobre el libro de Robert Horky. Música: Giuseppe Becce Dirección de Fotografía: Hans Androschin, Jan Stallich y Gerhard Huttula. Elenco: Hedy Lamarr, Aribert Mog, Zvonimir Rogoz, Leopold Kramer, Jirina Steimarová, Jan Sviták, André Nox, Eduard Slégl y Pierre Nay.
Eva se acaba de casar con un señor mayor, pero descubre que está obsesionado con el orden en su vida y que no tiene mucho espacio para la pasión. Ella se desanima y lo abandona, volviendo a la casa de su padre. Un día, mientras se baña en el lago, conoce a un joven y se enamoran. El marido se ha afligido por la pérdida de su joven esposa, y el destino lo une al joven amante que le ha arrebatado a Eva.
Pese a ser sonora, Éxtasis prácticamente podría considerarse un film mudo por la escasez de diálogos y efectos sonoros, basándose en una pregnante melodía de Giuseppe Becce.
La película, que contó con el primer desnudo integral de la historia del cine y también el primer orgasmo femenino, trataba un tema tabú en los años 30 del siglo pasado, y provocó una serie de fuertes reacciones del público desde su estreno en el segundo Festival de Venecia en 1934, que llegó hasta los oídos del propio Mussolini, quien pidió ver la copia en forma privada y quedó, como tantos otros, cautivado con la belleza de Hedy Lamarr, entonces todavía Hedy Kiesler.
Fue el propio dictador quien intercedió ante el Papa Pío XI, que quería prohibirla por la representación corporal y escenas sexuales. La anécdota cuenta que el entonces primer ministro italiano insistió en que se proyectara. La fama del film llegó hasta nuestros días, tanto que 85 años después, inauguró la edición 2019 de la Mostra en copia restaurada.
Entre los asistentes a la segunda edición del prestigioso festival se encontraba el cineasta Michelangelo Antonioni, que dejó escrito en su crítica con apenas 20 años: "Aquella tarde se oía la respiración de los espectadores atentísimos, se sentía un escalofrío recorriendo la platea". Y el escritor Adriano Baracco en Venezia segreta (1960) agregó sobre Lamarr: "A su paso era seguida por miradas fulgurantes, como si haber mostrado públicamente sus secretos la hiciera más femenina que el resto". Machatý terminaría ganando el premio al Mejor Director en Venecia.
Más conocida por haber hecho el primer desnudo integral del cine, fue ingeniera, actriz, e inventora del sistema de comunicaciones denominado “técnica de transmisión en el espectro ensanchado” en el que se basan todas las tecnologías inalámbricas que se utilizan en la actualidad.
“Cualquier chica puede ser glamurosa. Todo lo que tienes que hacer es quedarte quieta y parecer estúpida”, decía Hedy Lamarr, la ingeniera en telecomunicaciones precursora del wi fi, que sin embargo pasó a la historia por su belleza y por haber interpretado el primer orgasmo en el cine.
Tuvo una vida de heroína de película, que incluyó la huida de un marido controlador (luego tuvo cinco más), e hitos en la historia del cine, como haber hecho el primer desnudo integral en una película comercial.
Nació en Viena en 1941 con el nombre de Hedwig Eva Maria Kiesler. En la escuela detectaron que era una niña superdotada y más tarde se anotó en la carrera de ingeniería, aunque después de un tiempo quiso estudiar arte dramático y tuvo que convencer a sus padres para que le permitiesen inscribirse en una escuela de teatro.
La fama –y el escándalo– le llegó con la película Éxtasis, en la que protagonizó el primer desnudo integral de la historia del cine, y como si eso no fuera suficiente polémica, también registró el primer orgasmo femenino. Después del estreno en el Festival de Venecia, el cineasta italiano Michelangelo Antonioni, entonces un joven crítico de cine, escribió: “Aquella tarde, en el jardín del Hotel Excelsior, se oía la respiración de los espectadores atentísimos, se escuchaba un escalofrío que corría por la platea”.
Tildado de escándalo sexual, el film fue censurado y condenado incluso por el Vaticano. Los padres de Lamarr (todavía conocida como Hedwig Kiesler) se escandalizaron y entonces, para alejarla del cine, aceptaron la propuesta de casamiento que Fritz Mandl hiciera para su hija.
Mandl, a su vez, resulta todo un personaje. Por un lado dirigía la empresa de armas de su padre, que proveía de equipo bélico a los dos bandos de la Guerra Civil Española, y a Alemania que se rearmaba en secreto. Antes de que los nazis entraran a Viena y tomaran la empresa, el austríaco ya se había ido a la Costa Azul. Se dice que era amigo personal de Benito Mussolini, quien habría intercedido ante los nazis para llegar a un arreglo: a cambio de una cuantiosa suma de dinero, Mandl cedía el control de la fábrica. Más tarde se radicó un tiempo en Argentina –ya había venido antes a hacer negocios–, y compró una propiedad en la ciudad cordobesa de La Cumbre, hoy un hotel, pero sigue siendo conocida como “El castillo de Mandl”.
Y además, Mandl era un celoso enfermizo. Después de casarse, trató de conseguir –sin éxito– todas las copias de la película Éxtasis para que nadie más pudiera verla. Él la obligaba a acompañarlo en sus comidas y viajes de negocios para no dejarla sola. En su autobiografía, Lamarr cuenta que ella solo podía bañarse o desnudarse si él estaba al lado.
Señalada como “la mujer más bella de la historia del cine", Lamarr supo explotar su inteligencia al máximo. Muestras de ello, por un lado, su decisión de aprovechar el encierro para retomar sus estudios de ingeniería; por otro, forzada a asistir a las reuniones sociales a las que asistían los clientes de su marido, haber tenido la iniciativa de recopilar en ellas toda la información que pudo sobre la industria armamentística de la época. Años más tarde usó este material para idear la técnica de transmisión del espectro ensanchado, tecnología precursora del wifi.
Lamarr también usó su mente brillante para poder liberarse de su marido. Hay dos versiones de esta fuga, cinematográficas ambas: la versión más difundida establece que se escapó por la ventana del baño de un restaurante, mientras que en su autobiografía cuenta que le dio un somnífero a su asistenta personal y se escapó de su propia casa disfrazada como su empleada. Al parecer, unos meses antes, la había contratado por el parecido físico que había entre ellas.
De cualquier manera, Lamarr consiguió llegar hasta la estación de trenes y de ahí se fue a París, hasta donde la siguieron guardaespaldas de su marido. No obstante pudo escaparse también de ellos y llegar hasta Londres. Lamarr solo se había llevado unas joyas para disponer de efectivo y financiarse la huida. Y ahí emprendió el tramo final de su travesía al tomarse un transatlántico hacia Estados Unidos, país que sería su residencia definitiva.
En el barco también viajaba el empresario de la Metro Goldwyn Mayer (MGM) Louis B. Mayer, quien le ofreció volver a trabajar en cine. Aceptó la propuesta con la condición de que le permitiera cambiarse el nombre. Entonces Mayer convirtió a Hedwig Eva Maria Kiesler en Hedy Lamarr, inspirado en la actriz estadounidense Barbara La Marr, a quien admiraba.
Durante el viaje firmó un contrato con la MGM por siete años y una vez en Hollywood filmó película tras película, que la convirtió en una estrella en los años treinta.
Tras declararse la Segunda Guerra Mundial, Lamarr ofreció sus servicios al gobierno de Estados Unidos, ya que tenía la información que había recopilado de las reuniones de su ex marido con miembros del gobierno alemán e italiano.
A la vez, con sus conocimientos de ingeniería, se puso a trabajar en el desarrollo de tecnología militar sobre las señales de radio, que advirtió eran muy fáciles de interceptar. Así, junto a un amigo suyo, el compositor George Antheil, desarrolló el Spread Spectrum, un sistema secreto de comunicaciones inalámbricas inspirado en un principio musical. El mismo funcionaba con 88 frecuencias, la cantidad de teclas de un piano, y era capaz de hacer saltar las señales de transmisión entre las frecuencias. Al cambiar las frecuencias se dificultaba la detección de las señales por parte del enemigo.
En la patente del 11 de agosto de 1942, se lee "H.K. Markey et al.". Las iniciales H.K. son de Hedwig Kiesler (Hedy Lamarr); Markey era su apellido de casada de ese momento.
Esta tecnología se usó por primera vez en 1962, durante la llamada crisis de los misiles cubanos, hasta que en los años ochenta, con la irrupción masiva de la tecnología digital, la conmutación de frecuencias permitió implantar la comunicación de datos wifi.
En Austria, el Día del Inventor se celebra el 9 de noviembre, día del nacimiento de Hedy Lamarr.
Se están realizando ya los encuentros para determinar quién integrará el Consejo Asesor de la Cinemateca y Archivo de la Imagen Nacional, para el que estamos empadronados.
Emiliano Penelas es el representante del Cineclub La Rosa en la categoría "cineclubes y cinematecas representativas que tengan personería jurídica o actúen dentro de entidades que tengan personería jurídica".
Emiliano Penelas participó en representación del Cineclub La Rosa de la reunión informativa organizada por la CINAIN para la conformación del Consejo Asesor de la Cinemateca y Archivo de la Imagen Nacional, para el que estamos empadronados.
La reunión fue convocada por la CINAIN para poner en funcionamiento el llamado a concurso para cubrir los diez cupos del Consejo Asesor con un representante de cada categoría que prevee el organismo:
1. El Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA);
2. Las escuelas de cine dependientes de instituciones oficiales o universidades privadas o que tengan personería jurídica o actúen dentro de entidades que tengan personería jurídica;
3. Las asociaciones de críticos de cine reconocidas o que tengan personería jurídica;
4. Los cineclubes y cinematecas representativas que tengan personería jurídica o actúen dentro de entidades que tengan personería jurídica;
5. Las asociaciones de directores de cine representativas que tengan personería jurídica;
6. Las asociaciones de productores de cine representativas que tengan personería jurídica;
7. El Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina (SICA);
8. La Asociación Argentina de Actores (AAA);
9. Fondo Nacional de las Artes;
10. Museo del Cine de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires e instituciones análogas que existieren.